Me siento asquerosa y eso es poco decir. Me siento gorda, obesa, mórbida. Me siento reemplazable. Me siento temporal. Me siento inválida.
Con el pecho, el cerebro y las tripas apretadas como si no hubiera aire alrededor.
Quiero morir.
Quiero dejar de existir y que ellos sean felices, que sean libres de mi.
Veo mi cuerpo, que a veces hasta me gusta, y lo veo deformado. Enorme, hinchado, insoportable, pesado como siete camiones. Esos muslos gigantes que se aprietan contra el asiento sólo para volverse tres veces su tamaño. Esa piel grasosa, llena de granos, de arrugas. Esas tetas que se van a dónde quieren y que sin ser ni grandes, están llenas de estrías, horrendas líneas de odio.
Y ella, mírala a ella, una modelo, delgada, como de alta costura, sus tetas perfectas, su culo perfecto, su pelo perfecto, su barriga perfecta, su cara perfecta. La pelirroja linda y media loca, perfecta en su locura, en su sanidad. Una diosa con la que no me puedo comparar en algo que no se transforme en odio a mi misma.
Y cómo no, si ellos son tan lindos juntos, y cómo no, si me siento temporal. Y cómo no, si soy una masa sin forma que se derrite en la silla cuando se sienta, que se queda sin tetas y sólo con líneas cuando se acuesta, que me cuelga la papada, que estoy llena de estrías, que soy ASQUEROSA.
Soy asquerosa soy asquerosa y sólo voy a dejar de serlo si muero.
Si muero.
Pensé que había pasado esta etapa ya, que estaba mejor, pero aquí sigo, atrapada en esta basura.
¿Y qué tanto si se va? Sí, dolería. Pero eso es todo, la vida sigue, el tiempo pasa. Pero ella es perfecta y yo, yo soy un asco.
No entiendo como alguien podría siquiera mirarme sin vomitar. Soy horrible como un tumor en un tubo de ensayo. Quiero que me extirpen como un tumor, para no verme nunca más. Ni los muslos gordos, ni los rollos, ni la papada, ni las tetas, ni las estrías, y la nariz horrenda.
Mira mi cara, dios santo, cómo puede existir un ser tan horroroso. Mátame dios, que nadie sufra más con mi existencia, ni con mirarme ni con decir amarme. Hazlos estar libres de mi.
Si estás ahí en alguna parte, dios, mátame.