9.10.21

Psicoanalisis 1

 



Necesito volver a ti, amor. Necesito dejar de pensar tanto y lanzarme sin edición, sin dudas, sin expectativas, sin intenciones. Lo dijo el tarot y dejé de buscarte por completo, palabras que salen de mi cuerpo como vapor, como calor.

Estoy perdida una vez más, dudando todo lo que soy, fui y seré. Ya no sé que necesito, que quiero, que me gusta, que detesto, quién soy. 
Llamé sin respuesta, preguntándome si será el número o la pandemia, pero entre las opiniones narigonas y los traumas del pasado, me perdí, encuentro amor, pero no un faro, no unas manos, sólo abrazos de amor y opiniones de sabiondos.

Estoy enojada porque al final no me conoces, el balde no me importa, pero la nariz me duele. Tu juicio nos aleja porque no sabes lo que hay en mi corazón mientras lanzas tu palabras en supuesta sabiduría. Igual como cuando te dije que nos sentáramos bien y me dijiste que no querías, agresiva tu forma de hacerlo, agresiva tu forma de tomar demasiado espacio en mi vida, sin importar cuanto te pido tiempo a solas, me lo quitas mucho más que el rojo, él al menos me pregunta antes de hacerlo.

Estuve cavando en mi pecho y encontré una verdad, una que hace el resto del rompecabezas encajar, porque no es sólo lo que dice la sociedad, no es sólo el sistema, también soy yo. Ya no me levanto por mi, ya no me mantengo firme, ya no digo qué quiero, ya no me voy, ya no me quedo. Hace mucho tiempo que sólo sigo, sigo, sigo, sigo. Estancada, pudriéndome en el refrigerador de mis anhelos.

Me pregunto qué quiero y veo ese futuro con ansias, la meta no tan lejana me trae razones, me trae aguante, pero no estoy segura si eso quiero. No estoy segura de nada, o quizás de muy poco, y con lo poco que tengo, no respondo mucho: a dónde voy? me hará feliz?
Y con tus juicios intelecto-pseudo-psicológicos me dudo más.

Sé que una parece saludable, pero no me satisface del todo. Sólo dejé de sentirme sola cuando él llegó, pero las peleas son fuertes. Mi aberración por herir al amor me mantiene apretada, sumisa, sonriendo a quién me daña, eso lo sé. No necesito tu altitud para saberlo, se te están yendo los humos a la cabeza y yo necesito espacio lejos de ti.

Tres semanas y jugamos a la casita, 20 semanas y quizás me tengas una respuesta, pero tú quieres vivr en el medio de la fiesta mientras te sientas es tu balcón, y yo quiero vivir lejos en mi propia fiesta. Me sorprendí al saber que quieres pequeñes, lo he pensado también. 
Tengo miedo a los cambios, la incertidumbre me tiene con miedo... Tenemos más que hablar, pero siento tu amor más y me atrevo más también. Es bueno que me vieras realmente triste, abrió una puerta y ahora estamos un poco más cerca.


Ay, me pregunto como sería si él no estuviera, pero también me pregunto entonces si podría sin ti, y entre tanta hipótesis recuerdo que lo que necesito es pensar en mi, sólo yo, para mi, por mi, porque el amor es, en parte, una distracción, a pesar de su importancia, a pesar de su necesidad.
Es que sigo dejándome llevar por las materias del corazón. No sé cómo parar:

Recuerdas ese libro que querías escribir?
Recuerdas la poesía?
Recuerdas las meditaciones?
Recuerdas los papeles de regalo?
Recuerdas la música?
Recuerdas las compilaciones?
Recuerdas los hábitos?
Recuerdas las rutinas?

Recuerdas las promesas que nos hicimos? Porque las recuerdo bien, cada vez que terminamos haciendo lo contrario porque el amor es una distracción. Por qué me paralizo ante la idea de no llamar, de no ir, de tomar tiempo para quien debería ser lo más importante en este corazón. 
Por qué dañamos a quien más amamos? Por qué me hiero tanto a mi?

Al final ir a ver a algún aprendiz de Freud podría ayudarme con todo este dolor.