¿Qué cresta estoy haciendo aquí?
He trabajado tanto en terapia y he reconocido tantas cosas, he crecido tanto, pero sigo siendo débil. Sigo esperando que venga esa madre que nunca tuve, ese padre que nunca tuve, a darme un abrazo, a darme una palabra sabia, a darme cariño. De ese cariño honesto, que tus ancestros compartirían si esto fuera un cuento y no la puta vida, con esa sabiduría que trae la edad. Pero los míos, siempre fueron y seguirán siendo niñes, y yo sueño con el día en que no los necesite más.
Sueño con el día en que cuando llore no espere que alguien venga y me abrace y me ayude, pero también tengo claro que quizás nunca llegue.
Sigo perdida en la vida, los planes de ilustración están ahí en la pared y sigo dudando, ¿cómo saber qué quiero cuando no sé ni quién soy? Y ni hablar de las opciones que hay ahí afuera.
Tengo que apoyarme a mi misma.
Si hay algo que me gusta de la gente que termina siendo mi pareja, es que no son capaces de comprometerse en encontrar soluciones conmigo, es que son fuertes, que dicen no y es no, no como yo, que digo no, pero siempre me pueden convencer si es que me cuentan más de la propuesta (no, esto tiene cero relación con el "no significa no" porque para eso sí soy fuerte, y lo grito en tu cara y te reviento los ojos si es necesario.)
Hoy le hice una propuesta una vez más, le dije que quería ir a España, no dije cuándo, no dije por cuánto tiempo, no dí nada más que la idea de ir a España, porque tengo ganas. Y la primera respuesta fue, "no creo que pueda ir porque con mi plan de la van, necesito ahorrar", y seguí yo, "pero para la van quedan años, y el viaje puede ser muy barato, es todo muy flexible", pero seguiste encontrando problemas y razones para asegurarme de que no vendrías.
La única vez que dijiste que sí fue cuando fuimos al norte, encontramos una casa barata y el viaje en total fue maravilloso, lo pasamos increíble y fue poquito tiempo, no influyó en ninguno de nuestros planes del momento, pero no. Siempre no.
Necesito que mi pareja diga que sí, que descubra los errores en mi planes y que los discuta hasta encontrar una solución, pero que esté abierto a lanzarse conmigo de vez en cuando. Quiero que quien sea mi pareja, sea alguien que quiera pasar tiempo conmigo sin una tercera entidad de por medio, ya sea una pantalla, otra persona, alguna actividad.
Me hace sentir mal. Me haces sentir mal.
Tengo tantos planes, tantas ideas que podrían ser llevadas a cabo de tantas formas diferentes, si sólo me apoyaran en ellas, si me ayudaran a planearlas, a ver los errores, a encontrar mejores maneras de lograrlas, pero no.
Ya ni te cuento mis ideas, igual como ya no te invito a salir, porque estoy segura de que tu respuesta va a ser "no".
Lo mismo hoy al desayuno cuando me dijiste que tú tenías que dar el primer paso para ir a tomar desayuno, y en el momento pensé que no, pero claro, ¿qué esperas si siempre eres tú el que decide qué se hace y cuándo se hace, o si no, lo tengo que hacer sola? Está bien, es mi decisión hacer cosas contigo, pero ya no aguanto que tú no quieras hacer cosas conmigo.
Ya no calzamos, o en realidad... Nunca lo hicimos, pero estoy cansada de hacerme pequeña y trabajar las cosas conmigo misma, porque hay otro lado a todo esto, un lado que muestra que tú no quieres comprometerte conmigo. No, no de forma romántica, hablo de un compromiso que se traduce en ti diciendo que sí de vez en cuando a mis planes, que se traduce en ti reconociendo que yo digo que sí a los tuyos y valorándolo en vez de usarlo como defensa, como si fuera algo malo. No tienes que hacer exactamente lo mismo que hago yo, tienes que comprometerte a encontrar una solución conmigo en vey de simplemente decir que no.
Este no es miedo a ese compromiso de tener una relación, como tantos otros tienen.
Este es un compromiso que no está funcionando, porque yo doy y tú tomas.
Y mientras lloro en la orilla para que no me veas, pienso en la soledad, en éste maldito lugar, en mi familia, en mi amigos, en la falta, y pienso también en la muerte. Y quiero morir, quiero desaparecer, quiero dejar de existir, quiero morir.