19.3.20

Dolor, miedo.



Tengo miedo mamá, papá.
Tengo algo que ninguno de ustedes puede curar, impotencia, enojo, por un sistema que no funciona, que destruye todo lo que toca, que nos hace creer que somos nosotres quienes destruímos todo.

Tengo miedo mamá, papá.
Temo que cuando salgamos de ésta, todo se derrumbe. Sueño con un mundo donde todes estemos juntes, donde haya solidaridad, amor, tiempo libre y abundancia, todes tomemos onces juntes, nos riamos de cosas tontas y discutamos de lo que realmente importa; el amor, la creatividad, las relaciones, la vida, el pensamiento, todo lo que está vivo y lo que no, el futuro, el pasado y el otro lado.

Temo que mi sueño nunca se cumpla porque, mamá, papá, nos están alejando cada vez más.

Este sistema que ha llegado tan profundamente a nuestras mentes y nuestros corazones, que ya no encontramos amor en todo lo que nos rodea. En medio de esta crisis envié amor a mis queridos lejanos, ustedes que están allá, donde las cosas son peores, no por la pandemia.
Temo que sus vidas dejen de darme la compañía terrenal que me han dado, temo no volver a verlos más, por el estado de la vida, por el gobierno inepto e incapaz.

Hoy salí al balcón y lloré porque quiero volver a verles, quiero abrazarles como siempre, quiero mirarles a los ojos; sus ojos lindos, llenos de experiencias, de sueños, de penas y amores, quiero tomar sus manos, nuevas o viejas, limpias o sucias, no me importa. Quiero estar con ustedes, quiero luchar con ustedes, quiero morir con ustedes.

Hoy salí al balcón en un intento de alejarme de todo este constante empuje hacia la pandemia, pero no le temo al virus, le temo al sistema, y temo que no puedo escapar, ni cambiar mucho.
Estoy llena de frustración, rabia y de pena, sueño con la venganza, pero también con la paz, y estoy confundida, perdida.

Perdida entre tanto estrés, entre que el sistema de mierda, que el arriendo, que la plata, que la pega, que mi familia, que mis amores, que mis penas, que mi ansiedad. Quisiera re-crear el mundo a mi antojo, sería todo justo y flexible, fluído, lleno de amor, empatía y solidaridad. Quisiera re-crear a les humanes a mi antojo, desaparecer a algunos otros. Quisiera mostrarles otro tipo de vida, una opuesta al consumo, a la tortura y matanza, y al individualismo.

Pero esos sueños son tan utópicos como los de la once. Y con esa pena en el fondo de mi centro, como cuando pones el corazón en medio de tu cerebro y encuentras el punto medio, con ese centro lleno pena, me voy a borrar, como pueda.





Los extraño corazones externos, extensiones del mío. Mi corazón palpita más fuerte cuando están en mis pensamientos, y sueño con sentir sus manos en las mías otra vez.