25.4.22

Emociones difíciles.

 Mi cara se siente extraña, hace dos días que la destruí en la desesperación de mantenerme limpia, fue una mala idea usar alcohol etílico, 100%. La luz del baño de mi madre no ayuda, ni como me siento infinitamente culpable al notar que le respondo mal cuando me ha hecho enojar. Realmente no entiendo la razón por la que comparte sus palabras, hay tantas mentiras, tanta inconsciencia y tanta maldita historia de lo terrible que ha sido y es su vida. A cada posible momento cuenta que su padre, que su madre, que sus hermanos, luego que su ex marido y que su pobreza y al final que yo, yo que soy arriba y abajo, dependiendo de si se siente sola o no. ¿Qué hago?

Estamos bien, tengo pena de no quererla, tengo pena de no aguantarla, tengo pena de que no escuche, tengo pena de sus excusas, tengo pena pena pena pena. Mi guatita apretada duele mientras me sube un nudo a la garganta, estoy tratando, pero sus palabras de "sabiduría" junto a sus actos totalmente contrarios me afectan como si fuera una bomba atómica. A veces pienso que el dolor de las penas que causó y jamás ni reconoció (obvio que perdón tampoco se mencionó), me llega más profundo de lo que creo, y cada gotita es un terremoto en mi frágil intento de mantenerme tranquila en el terremoto que es este lugar que ella llama "nuestra casa", cuando su estado anímico le dice eso y no lo contrario. 

Ese mismo ánimo que cambia en segundos por un espectro tan inmenso que lo desconocía y se apoya sólo en otras personas para ser regulado, a menos que esté realmente en soledad, entonces viene la tele y otras formas de distracción.

Temo tanto ser igual.




-------------

Hoy vi la nueva foto, otra más, es precioso allá, espero que estés bien. En redes sociales nadie me respondió, quizás tú les pediste y está bien, pero se me hace difícil no saber. Intento mantenerme lejos igual, no quiero hacerlo peor para ti, ni para mi.

Volví a viejos patrones, vi que aún se siguen y me pregunté en qué va eso, mientras mi corazón ardía, lo cerré. Orgullo. Pero no paro de pensar, de sentir, ya van un par de semanas, esperaba que estuviera mejor, pero en cada segundo a solas, crece esto que me guardo, esto de lo que me distraigo.

No quiero mentir, la vida es más simple así, todavía creo que fue una buena decisión, pero en este momento exacto, queda el odio de ella y el dolor de tu indecisión. Enredos en sus pelos asquerosos, ahora en Francés para peor.

Me apena que quede sólo lo peor y lo mejor, mi corazón llueve dicotomía, apretado en dudas que aclarar. Un constante recuerdo de por qué fue lo mejor. Pero como cada día, te extraño y quisiera saber de ti... No es tiempo aún, no sé cuándo será, pero por ahora tengo cosas importantes que hacer, amores pequeñitas que disfrutar y unos padres que sobrevivir y mejorar.


Pero lo que más me sigo preguntando es, qué va a pasar al llegar?