Tantas veces desearía ser un robot, hacer solamente, que nada me pudiera parar. Pero el mayo obstáculo que enfrento a diario en todo ámbito de mi existencia, soy yo.
Son mis emociones que me apretan el pecho y me tapan los oídos, me dejan ciega y sin palabras, mientras me golpean hasta que caigo desganada, cansada y atontada. A veces lucho de vuelta, sigo avanzando, sigo intentando, pero el cansancio se hace el doble, el triple, y cuando caigo en cama no puedo dormir porque ahí están las infinitas voces de mi cabeza que no se callan nunca. Cállense! Cállense! Cállense!
Por qué no puedo controlar mi propia cabeza!? Por qué mi mente me juega en contra? ... Madre.
Hoy no quiero nada, no quiero trabajar, no quiero música, no quiero ver netflix, no quiero comer, no quiero estar con otros. Hoy necesito dormir, y hoy, mientras me preparaba el desayuno lo más rápido posible para no enfrentarme a nadie en la cocina, quería que alguien me hiciera desayuno, específicamente que mi pareja lo hiciera.
Quiero estar con alguien que tenga iniciativa, que salga de la cama y de la pieza antes de tener que irse a trabajar, que tenga la iniciativa de salir a pasear conmigo. No que todo lo que le proponga se sienta como una tarea más que una alegría.
Y cómo no me voy a sentir sola si me pareciera que todo lo que hace conmigo es una tarea? Si pareciera que toda la gente que me rodea aquí en realidad están conmigo porque yo intento e intento y aguanto y y sigo intentando y sufro pero sigo... No quiero más eso.
Quiero estar con gente que quiere estar conmigo, no porque no tengan a nadie más, pero porque soy yo a quien valoran.
Y por eso tengo tanta pena, una pena profunda de toda la vida. Allá en Chile no se veía tan exhuberante porque había gente que me valoraba por quien soy, que querían salir conmigo, específicamente conmigo. Había tantas cosas que podíamos hacer, tantos barrios por conocer. Santiago es una ciudad gigante, no como Berlín, que es tan pequeña y vacía, tan vacía como mi corazón.
Quiero silencio, quiero calma, quiero amor.
Quiero ser recordada de que quienes me rodean, me valoran. Y si no me valoran, no les quiero alrededor mío. Vállanse! Déjenme sola, que es mejor sentirse y estar sola, que sentirse sola y estar con gente que he atado para tener cerca.
La verdad es que sé que esto es en gran parte mi problema, yo soy la que no sabe como dejar a la gente libre y sobre todo ser libre frente a elles.
Pero aquí estoy, poniendo mis límites y expresando mis necesidades, aprendiendo cada día sobre lo que siento, lo que quiero y lo que no. Sobre todo lo que no...
Hoy quiero estar sola, salir al bosque y acostarme en el pasto o en la arena, quizás bañarme en el lago, tomar té, escribir y dibujar, leer y sentir. Quiero que mi mente se calle un rato.
Pero cambiaría todo eso por une amigue que estuviera aquí, al lado mío, que me diera una abrazo y que me acompañara, que me valorara y que me mostrara lo feliz que es de tenerme en su vida.
Quiero que Moritz me haga desayuno de sorpresa cuando sabe que ayer me sentí tan mal, quiero que me diga "vamos al bosque, hagamos un picnic, metámonos al agua", quiero que me de un abrazo y que esté dispuesto a acurrucarse conmigo hasta que me quede dormida... Sí, sí sé, ese no es él, entonces... No quiero estar con él?