3.11.18

Bar libre de humo, otra vez.

Y aquí estoy,
una
vez
más.

Sola, 
esperando a que esa persona que dice amarme tanto vuelva, sabiendo que me dejó sola en un bar, en una ciudad, que no conozco. Sabiendo que me dejó con mi cabeza, con mis demonios.
Estos son los momentos en que mi corazón explota y quiero desaparecer. Tomar mi copa de vino, beberla, dejarla en el bar, despacio para que no se rompa, ni se caiga, y caminar, y caminar.
Y desaparecer.

Y ella, es perfecta, todo lo que él busca en alguien. Y sé que no es, lógicamente. Pero estoy con mi cabeza y mis demonios siempre, quiero irme a casa, pero ya no tengo casa, quizás nunca tuve y sólo había un imaginario de ella. Nunca existió.